DANIEL CUBERTA
Tercera noche de encuentros dentro del ciclo dedicado a "Personas refugiadas y migrantes aquí y ahora, el Mediterráneo como frontera de la vergüenza". La Alhambra seguía ahí. Por un momento se pudo pensar que en este tiempo de pantallas que se pasan –izquierda, derecha- los sonrosados palacetes no iban a estar con su presencia tremenda; y acaso, en su lugar observáramos, qué sé yo, otros hitos del paisajismo-monumentalismo nacional; así hubiera sido sorprendente encontrarnos allí con la playa de la Concha, con la Sagrada Familia, o el imponente acueducto de Segovia. Pantallas que pasan. Esto traería una interesante consecuencia: no serían los turistas los que se movieran sino los monumentos y el paisaje; el turista podría estar, al fin, sentado y mirando las pantallas. Lo que en definitiva parece que en el fondo todos queremos.
Tercera noche de encuentros dentro del ciclo dedicado a "Personas refugiadas y migrantes aquí y ahora, el Mediterráneo como frontera de la vergüenza". La Alhambra seguía ahí. Por un momento se pudo pensar que en este tiempo de pantallas que se pasan –izquierda, derecha- los sonrosados palacetes no iban a estar con su presencia tremenda; y acaso, en su lugar observáramos, qué sé yo, otros hitos del paisajismo-monumentalismo nacional; así hubiera sido sorprendente encontrarnos allí con la playa de la Concha, con la Sagrada Familia, o el imponente acueducto de Segovia. Pantallas que pasan. Esto traería una interesante consecuencia: no serían los turistas los que se movieran sino los monumentos y el paisaje; el turista podría estar, al fin, sentado y mirando las pantallas. Lo que en definitiva parece que en el fondo todos queremos.
Bien, pues no; los turistas, la Alhambra y el Carmen de la victoria seguían allí. Y también los refugiados, y también nuestro ciclo, que efectivamente llegaba a su tercera jornada. Esta noche ¡albricias! Se había habilitado una barrita en la pérgola y hubo cervezas y tapitas, lo cual contribuyó muy mucho a la alegría general y a algún exceso particular.
Sagrario Martín, Miguel Ángel Ramón, José Palazón, Natalia Nilo e Itziar Ruiz Giménez debatieron sobre “Otro discurso imprescindible sobre la migración y el refugio” en una mesa organizada por Médicos del Mundo.
Sagrario Martín facilitó el encuentro con arte y finezza tras una introducción amable, necesaria y contundente sobre el estado de la cuestión y lo imprescindible de un nuevo relato/discurso alternativo. Las cifras, la realidad y la evidencia de la injusticia de “lo que hay” no deja lugar para la mentiras interesadas. Palazón habló sobre la frontera sur, la frontera de Melilla denunciando la violencia, los abusos policiales y los abusos políticos que pretenden legalizar los ataques constantes a los Derechos Humanos. Explicó cómo los datos reales –de unos 8000 inmigrantes que entran en Melilla al año sólo el 40% son subsaharianos– se habían manipulado en una política informativa interesada. Comentó y defendió la intervención mediática como arma de denuncia y por último, explicó cómo los usos inaceptables y miserables llevados a cabo por los agentes y las políticas del Estado Español –así como sus componendas con Marruecos– se están tomando como modelo para el trato general a las refugiadas/migrantes en todas las fronteras europeas. El modelo salvaje de la frontera sur en la que el refugiado/migrante no es considerado como tal sino sólo como un problema a resolver sin más, ha sido extrapolado a política general en el ámbito europeo.
Itziar Ruiz Giménez hizo un repaso a lo que está ocurriendo con una enmienda a la totalidad a un sistema político-económico que no sólo permite, sino que alienta la miseria de la persona refugiada, su indefensión, para explotarle económicamente. La visión de las élites que llevan a la exclusión de las personas en el país es la misma que alumbra la necesaria exclusión y explotación de los exilados. Hizo hincapié en la necesidad urgente de construir un nuevo contrato social. El modelo desde la 2ª Guerra Mundial consistía en cambiar paz social por bienestar. Itziar sostiene que a partir de los 80 este bienestar es sustituido por seguridad. Ahora los Estados se legitiman como agentes de seguridad. En paralelo, son ellos mismos los que generan/alimentan la sospecha, miedos y el peligro, y a su vez, los beneficiarios políticos y económicos del nuevo estatus. Es en este paradigma donde se crea la mal llamada “crisis humanitaria actual de las personas refugiadas”.
Por último y ya bien entrada la noche y el aire fresco que corre por Valparaíso desde la sierra nevada, pudimos disfrutar de una emocionante performance audiovisual con música en directo de guitarra y flauta “Huida atraviesa paisaje: La coincidencia de las imágenes, work in progress”; de Elisabeth Süβ-Schwend y Amets Suess acompañadas por las músicas Sara Brito y Ana Mª Pérez con entradas de diario, poesías, citas y música de Astor Piazzola y de Manuel de Falla y construyeron una hermosa experiencia frente a la Alhambra que sí seguía allí!
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