sábado, 2 de julio de 2016

El cierre del Ciclo "Personas refugiadas y migrantes", una noche redonda

J. LUIS NIEVAS I @luisroalcao

El viernes, 1 de julio de 2016, la pérgola del Carmen de la Victoria se llenó de público y de expectación. Comenzábamos con la presentación de la Red Granadina por la Acogida y el Refugio, una estructura formada por muy diversas asociaciones y persona con el objetivo común de transformar mentalidades y maneras de hacer de las instituciones y organismos legislativos y políticos para que el mundo, esa globalidad en la que vivimos sea más humano y grato para la vida en común. Miguel García habló en nombre de la asociación y presentó un vídeo con el resumen de las actividades que han desarrollado en sus poco más de 10 meses de existencia.

A continuación se proyectó “Mactar Thiam Fall Mahu” un documental de Antonio Serra con la visión, “de ida y vuelta” entre Senegal y Europa; certezas y equívocos que hay que ir matizando para que los imaginarios que construyen en el espectador sean más acordes con la realidad.

Helena Maleno vino a continuación con “Tarajal: transformar el dolor en justicia” un grito en el cielo con el clamor de unas familias que expresaban, con sencillez argumental y densidad emocional su desconcierto ante la salvaje desaparición de sus seres más queridos en la frontera sur de la civilizada Europa. Recuerdos y memorias para exigir dignidad y justicia.

Al final documental le siguió Juan Tejada, a la guitarra, y Antonio y Adrián Benítez, al cante para entonar un quejido por la despiadada muerte de unos hijos, que los teléfonos grabaron en vídeo, para hacer llegar a sus padres la solidaridad y el recuerdo manifiestos al pié de la Alhambra.

Siguió un diálogo con el público en el que acompañaron a Helena Maleno, la cooperante Nuria Balbuena, el periodista melillense Jesús Blasco de Avellaneda y Mahmud Traoré con su testimonio vital.

Juan, Antonio y Adrián volvieron a la guitarra y al cante para cerrar, con música y emoción, este acto testimonial que pretendía transformar dolor en justicia. El camino aún continúa.

viernes, 1 de julio de 2016

Una dura travesía por el Sahara, analizando la situación actual de los refugiados, con geniales fotos, música maravillosa y Al-Walida

J. LUIS NIEVAS I @luisroalcao

Continuamos en el Carmen de la Victoria viviendo y reviviendo éxodos y odiseas contemporáneas. Hablando, debatiendo, compartiendo. Tratando de entender y encontrar salidas.

Mahmud Traoré vino para hablar de su vida y su experiencia. Transitó de la adolescencia a su juventud, de Dakar, septiembre de 2002, a Ceuta septiembre de 2005. Tres años a través del Sahel, el Sahara, Libia y el Magreb que pusieron a prueba su capacidad de supervivencia, su carácter, su mirada y sus sueños de África hacia Europa.

Lo cuenta en su libro: Partir para contar. Un clandestino africano rumbo a Europa, publicado en Pepitas de Calabaza Editorial, de Sevilla, donde Mahmud vive ahora trabajando como carpintero y entregando su conocimiento y experiencia a quien precisa de su solidaridad.

También vimos un audiovisual sobre el cruce del estrecho y los centros de internamiento de emigrantes, luego hubo un debate durante el que Mahmud Traoré estuvo acompañado por José Miguel Morales de Andalucía Acoge, Natalia García de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía y José Sánchez de Acción en Red.

Hay diferencias de concepto legal entre el refugiado económico y el que busca asilo por discriminación política o de género y orientación sexual. Son matices que se diluyen con la vida cotidiana. Nada diferencia la situación en el día a día. El concepto de refugiado político, disidente u objetor de conciencia, se recordó que surge en los años cincuenta del siglo pasado, en el contexto de la guerra fría, aludiendo a los que escapaban de las dictaduras del este de Europa. El Muro de Berlín ya no existe pero desde su caída, en 1989, no han dejado de multiplicarse vallas y alambradas, muros de contención y fronteras por tierra, mar y aire. Por todo el mapa del mundo.

Los medios hablan de invasiones y avalanchas sembrando miedos. Haciendo crecer la escisión y la intolerancia. Habría que invertir el mensaje y demostrar la inconsistencia de los números y la evidencia de que el mundo actual y sus más poderosas y avanzadas comunidades se han construido con emigrantes y multiculturalidad. La Alhambra frente al Carmen que nos acoge seguía haciendo de testigo tan mudo como contundente. Tan multicultural como elocuente.

Tras el debate vino Pablo Parra con sus imágenes y la música en directo de sus acompañantes, a la guitarra, al violín y a las flautas para llevarnos por caminos de emoción Tras la Frontera: Fotografías de un Éxodo, un proyecto fotográfico con la intención de trasmitir a la sociedad civil europea la realidad diaria vivida por miles de personas refugiadas y migrantes durante su paso por Turquía y Grecia, buscando huir de las guerras, de la persecución y de las letales inseguridades sufridas en sus países de origen. Desde un punto de vista independiente, este proyecto trata de dar visibilidad a la dura cotidianidad, a la explotación económica y a las violaciones de derechos humanos que estas personas encuentran en su ruta hacia un futuro mejor en Europa. Estas fotografías, documentos sensoriales de lo vivido, se mostrarán en la Fundación Euroárabe, en Granada, a partir de la semana próxima.

Para concluir hubo otra elocuente presentación de un proyecto cinematográfico "Al-Walida" de Arte 7 Granada… porque insistía su protagonista: “Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces pero aún no hemos desarrollado el arte de caminar juntos como hermanos…"

Y luego, poco a poco y con el corazón encogido fuimos desalojando la Pérgola del Carmen de la Victoria, frente a una Alhambra, tan muda como contundente, tan multicultural como elocuente. Desafiando al futuro continúa.